Dicen que Bon Iver es de mañanas y domingos. Que tener mil cosas para no contar es malo. Y que los kilómetros es lo peor que nos puede pasar.
Pero mientras, suena Flume. Y con eso quiero explicar que tener cosas que no contar es querer que alguien sepa mirar silencios y entender vacíos. Y que los kilómetros solo existen en las cabezas con menos ilusión, y sino, que se lo digan a quien se muere de ganas por escapar y no sabe como ni cuando lo hará (y se muere de miedo). O al que tiene algo por lo que volver (suerte supongo).
Y el saber irse, de eso nadie habla. De dejar de insistir cuando dejas de tener ilusión. O de dejar de tener ilusión por tener que irse. O de irse por ilusionarse demasiado.
Y de eso si que entiendo.
Porque cuanto mas alto vuelas, mas te cuesta distinguir el momento en que empiezas a caer.
En picado.